La huella de carbono y las emisiones de gases de efecto invernadero son desafíos cruciales que enfrentamos a nivel mundial. Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con la energía alcanzaron un nivel récord en 2021, esto se debió en gran parte, al aumento del uso del carbón como fuente de energía. La recuperación económica tras la pandemia de COVID-19 también contribuyó al incremento de las emisiones, a pesar del crecimiento récord de las energías renovables.

Aquí es donde el hidrógeno verde juega un papel fundamental, ya que, es un tipo de hidrógeno producido mediante un proceso llamado electrólisis del agua, utilizando electricidad generada a partir de fuentes de energía renovable.
Chile cuenta con una ubicación privilegiada para liderar la revolución del hidrógeno verde. Sus vastos recursos de energía solar en el norte y eólica en el sur lo posicionan como un productor clave. Se proyecta que el país se convertirá en uno de los principales exportadores mundiales de hidrógeno verde, la estrategia nacional se centra en tres objetivos principales. En primer lugar, busca producir el hidrógeno verde más económico del planeta para el año 2030. Además, aspira a estar entre los tres principales exportadores de hidrógeno verde para el año 2040, debido a la capacidad para producirlo a bajo costo. Por último, se propone alcanzar una capacidad de electrólisis de 5 GW en desarrollo para el año 2025.
Para lograr estos objetivos, se ha diseñado un plan de acción concreto que acelere la implementación del hidrógeno verde en aplicaciones clave a nivel nacional antes de 2025, y que permita su entrada al mercado de exportación antes de 2030. Entre las medidas destacadas se encuentra la realización de una ronda de financiamiento por 50 millones de dólares estadounidenses destinada a proyectos de hidrógeno verde. Esta iniciativa tiene como objetivo ayudar a los inversionistas a superar obstáculos y a adquirir experiencia temprana en este campo.

El hidrógeno verde es una fuente de energía limpia y sostenible. Su combustión solo produce agua como subproducto, a diferencia de los combustibles fósiles que liberan CO2. A medida que las reservas de combustibles fósiles se agoten, el hidrógeno verde se vuelve aún más atractivo como fuente inagotable de energía.
La producción de hidrógeno verde se basa en la electrólisis del agua utilizando energía renovable (solar o eólica). En Chile, existen 60 proyectos en cartera, especialmente en las regiones de Antofagasta y Magallanes, donde los recursos solares y eólicos favorecen la producción.
El hidrógeno verde tiene diversas aplicaciones y está revolucionando varios sectores:
- Transporte Limpio
Vehículos: El hidrógeno verde se utiliza en automóviles, camiones y trenes. Los vehículos de pila de combustible convierten el hidrógeno en electricidad para propulsión, emitiendo solo agua como subproducto.
Buques y Naves: En el transporte marítimo, el hidrógeno puede reemplazar los combustibles fósiles, reduciendo las emisiones.
- Industria
Refinerías: El hidrógeno se emplea en procesos de refinación de petróleo para eliminar impurezas y mejorar la calidad de los productos.
Producción de Amoníaco: La industria química utiliza hidrógeno para fabricar amoníaco, fundamental en fertilizantes y otros productos.
Acero y Metales: El hidrógeno se investiga como alternativa para reducir emisiones en la producción de acero y otros metales.
- Energía Residencial y Comercial
Calefacción: El hidrógeno puede utilizarse en sistemas de calefacción y calderas.
Generación Eléctrica: Las pilas de combustible pueden proporcionar energía para hogares y edificios.
- Almacenamiento de Energía
El hidrógeno verde es una excelente forma de almacenar energía a gran escala. Puede convertirse nuevamente en electricidad cuando sea necesario.
- Materia Prima
El hidrógeno se utiliza como materia prima en la producción de productos químicos y materiales sintéticos.
El hidrógeno verde tiene el potencial de transformar la matriz energética del país y contribuir a la sostenibilidad global, sin embargo, uno de los grandes desafíos que debemos afrontar para que éste sea más competitivo, es reducir los costos de producción y aumentar la inversión.
En UGPS estamos comprometidos con la sustentabilidad, por lo que, nuestra estrategia para reducir la huella de carbono en el sector del transporte y logística se basa en:
Optimización de rutas
- Planificación eficiente: Considerando factores como el tráfico, las condiciones de la carretera y las restricciones de tiempo para minimizar la distancia recorrida y el tiempo de viaje, para que las empresas puedan planificar las rutas más eficientes.
- Reducción de Kilómetros Recorridos: Al reducir la distancia total recorrida por los vehículos, se disminuye el consumo de combustible y, por ende, las emisiones de CO₂. Menos kilómetros recorridos también significa menos desgaste del vehículo y menores costos de mantenimiento.
Ahorro de combustible
- Uso de tecnologías avanzadas: Implementando tecnologías como sistemas de monitoreo de presión de neumáticos y mantenimiento predictivo ayudando a mantener los vehículos en condiciones óptimas, lo que mejora la eficiencia del combustible.
Todo esto se traduce en beneficios ambientales y económicos específicos como la reducción de emisiones, al ahorrar combustible optimizando las rutas de tus flotas. Esto ayuda a mitigar el cambio climático y mejora la calidad del aire en áreas urbanas. Además, el menor consumo de combustible se traduce en ahorros directos para la empresa. La eficiencia operativa también se incrementa, lo que mejora la rentabilidad y competitividad.
¡Qué esperas para sumarte al cambio! Deja la seguridad y sustentabilidad de tu empresa en nuestras manos, cotiza ahora o agenda una reunión con nuestros asesores.