En los últimos años, Chile ha experimentado un notable aumento en el blindaje de autos debido a la creciente sensación de inseguridad y el incremento de delitos violentos como robos, portonazos y encerronas. Este fenómeno ha llevado a una demanda creciente de vehículos blindados, no solo por parte de grandes empresarios y entidades gubernamentales, sino también por ciudadanos comunes.
Datos Claves y Estadísticas
Según un informe de Libertad y Desarrollo, en 2022 se registraron en promedio dos homicidios, ocho violaciones, 35 portonazos y 88 robos de vehículos al día. Estas cifras representan un aumento significativo respecto a años anteriores. Como resultado, la demanda de blindajes para autos ha triplicado en algunas empresas, pasando de 30-40 pedidos anuales entre 2020 y 2021 a más de 100 pedidos anuales en la actualidad.
Los precios de los blindajes varían según el material y el nivel de protección, oscilando entre $23 millones y $60 millones CLP. Los blindajes más livianos, hechos de kevlar, pesan aproximadamente 180 kilogramos, mientras que los más pesados, de acero, pueden añadir hasta 900 kilogramos adicionales al vehículo.

La Necesidad de Regulación
La expansión del uso de autos blindados ha llevado a que se proponga una regulación más estricta para evitar que estos vehículos caigan en manos equivocadas, como el narcotráfico.
Actualmente, hay un proyecto de ley en discusión que busca crear un Registro Nacional de Vehículos Blindados, que permitiría llevar un control más riguroso de los autos blindados y garantizaría que solo quienes cumplan con los requisitos legales puedan blindarlos.
El gerente general de Blindatek, Rodrigo Rivera, ha señalado la importancia de esta regulación, mencionando que en otros países es la autoridad la que otorga permisos para blindar autos. En Chile, esta normativa busca imitar esos modelos y asegurar que el blindaje se realice de manera segura y controlada.


El aumento del blindaje de autos es una respuesta directa a la crisis de seguridad que enfrenta el país. Sin embargo, la falta de regulación ha generado preocupaciones sobre el uso indebido de estos vehículos. La propuesta de un Registro Nacional de Vehículos Blindados representa un paso importante hacia la implementación de medidas más estrictas y efectivas para garantizar la seguridad y el control de estos vehículos.