El Puerto San Antonio, ubicado en Valparaíso, es uno de los principales puertos de desembarque de vehículos en Chile. Actualmente, una mantención programada en el terminal portuario ha generado alarma en el sector automotriz. La Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac) ha declarado estar en “máxima alerta” debido a la suspensión del servicio de desembarque de autos importados durante buena parte de diciembre.

La mantención, que se llevará a cabo en la tabla estaca del 4/5, afectará el ingreso de aproximadamente 30 mil vehículos nuevos. Esta situación es particularmente crítica ya que diciembre es un mes clave para el rubro automotriz, con altos niveles de comercialización de vehículos nuevos.

DP World, la concesionaria del puerto, anunció la mantención con poca antelación, lo que ha complicado la planificación de envíos y ha quebrantado compromisos asumidos por las marcas automotrices. La única alternativa ofrecida por la concesionaria es desviar los barcos al puerto de Lirquén, ubicado 600 kilómetros al sur de San Antonio, sin embargo, esta opción conlleva mayores costos logísticos y demoras significativas en la cadena de suministro.

Según Anac, los costos logísticos de cada vehículo podrían aumentar hasta 10 veces, y las emisiones de CO2 aumentarían en 1.400 toneladas debido a los recorridos adicionales que tendrían que realizar los camiones. Además, los choferes necesitarían programar recorridos mucho más largos, lo que impactaría negativamente a los consumidores que recibirían sus vehículos con retraso.

La situación ha sido comparada con la crisis logística que se experimentó durante la pandemia, y Anac ha instado a DP World a buscar soluciones alternativas que no afecten tanto el normal funcionamiento del rubro automotriz.